Ubicado en la esquina de Moneda con Cienfuegos, en pleno Barrio Brasil de Santiago, este majestuoso palacio se erige como uno de los íconos arquitectónicos más representativos de la Belle Époque en Chile. Construido en 1913 por encargo de la acaudalada familia Larraín Mancheño, el edificio representa la culminación del gusto refinado y la opulencia que caracterizaron a la aristocracia chilena de principios del siglo XX.